Nina Adams habla sin prisa. Su calidez y sencillez relaja con sólo mirarla. Antes de comenzar nos entregó las cintas para cubrirnos los ojos y se presentó.
Explicó primero sus propias sensaciones al realizar blindfold Yoga (Yoga con los ojos tapados): “me gusta hacerlo para abstraerme de ese sentido y descubrir el nuevo punto de equilibrio del cuerpo”. El hecho de bloquear uno de los 5 órganos de percepción más predominantes puede cambiar totalmente nuestra propiocepción. Los ojos envían mucha información y plagan la mente de palabras. Cortar ese flujo de data puede abrir otras vías en el sentir y en el pensar.
Definitivamente. Desde el momento en que me puse la cinta en los ojos mi respiración se volvió más intensa. Nos invitó a que sintiéramos con los pies donde se encontraban los extremos del mat para ver “dónde estábamos parados” y comenzaron los saludos al sol.
Al no poder mirar lo que sucedía en mis apoyos mi mente comenzó a buscar referencias de otra manera. Muchas sensaciones que son normales en cualquier práctica, pero que con ojos tapados se hacían más evidentes.
El momento de equilibrios en un pie fue divertido. Debía concentrarme en sentir lo que estaba haciendo, dónde estaba pisando. El eje se percibía diferente. Como si mente se hubiera trasladado al pie para pensar cómo debía ajustarse.
Un caturanga te sacaba fuera del mat, los saltos adelante eran suaves como una pluma, y en el cuervo mi cabeza pesaba mucho más.
Nina dará otra clase el Domingo 23 de julio a las 12.30am, pero será más power, de Rocket Yoga.