Buenos días!
Esta mañana he practicado ¡por fín! con Meghan Currie, pero sorpresa, su clase no ha sido de Vinyasa sinó que ha hecho Yin.
Dulzura extrema, dejar cualquier resistencia a un lado y sentir cada una de las emociones, de forma profunda y sin querer irse a ningún otro lado, ha sido el resumen de su maravillosa práctica llamada por ella: sweet surrender.
Al principio de la clase, ha hablado sobre la práctica de Yin ligándola a las emociones, haciendo la similitud de cuando nos encontramos alguna cosa que no nos gusta, simplemente la tapamos, la ponemos en un tarro, la cerramos y la escondemos. El Yin Yoga lo que te permite precisamente es vivir con estas emociones, observarlas y sentirlas, todo esto se consigue con la permanencia en las posturas de esta práctica.
Ha hablado también de como respetar el cuerpo, al fin y al cabo a uno mismo, aceptando cuando nuestro cuerpo nos avisa que estamos cansados. Si es así, no pasa nada, simplemente se trata de escucharle y rendirse al mismo sin querer siempre hacer más y más.
Ha sido una clase perfectamente guiada para entrar en las diferentes posturas y para entrar en las diferentes emociones producidas por cada una de las posturas que hemos realizado.
Las sensaciones al acabar la práctica han sido ligereza, y energía para seguir con el día maravilloso que hace hoy en Barcelona!
Sin duda, mañana es una magnífica ocasión para hacer el Post-Conference con Meghan Currie y su vinyasa.
Be receptive